Napoleón Emperador de Ingres
Jean Dominique Ingres es uno de los más grandes pintores del estilo neoclásico a nivel europeo. Pero además es un ejemplo excepcional de una ramificación del Neoclasicismo que se dio exclusivamente en Francia, hablamos del estilo Imperio, el cual tuvo como detonante la figura triunfadora de Napoleón Bonaparte. Al cual pinta aquí como el poderoso emperador en que se convirtió. Y de hecho, este lienzo de Napoleón Emperador no podía estar en otro lugar mejor que en su emplazamiento actual: el Museo de la Armada de París.
No obstante hay que decir que lo que se conoce como estilo Imperio duró más que el propio emperador, ya que sus formas se prolongaron hasta mediados de siglo. Y es que consistía en una fusión entre la sobriedad propia del arte más académico con el lujo que trajo el esplendor militar y político de Francia.
Hay que tener en cuenta que Francia venía del periodo revolucionario, donde la austeridad era la norma. Sin embargo, con las conquistas napoleónicas eso se transformó poco a poco en ostentación y también en mucha oficialidad. Así surge un arte cuyo objetivo principal es enaltecer el poder, algo que se va a hacer gracias a las formas y materiales más suntuosos. Porque el estilo Imperio no solo llegó a las artes más tradicionales como la pintura y la escultura, también afectó a las artes decorativas, al diseño de interiores, el mobiliario e incluso la ropa. Y por ello esta imagen de Napoleón es un buen ejemplo. Ya que luce terciopelos o pieles de armiño, además de infinidad de complementos realizados en materiales preciosos.
Por cierto, muchos de estos elementos lo emparentaban directamente con la imagen que se tenía de los emperadores romanos, como por ejemplo la corona de laurel o los cetros de mando. Y por supuesto, esto es algo que cuadraba a la perfección con el gusto neoclásico de la época.
Lo cierto es que en esta tela de 1806, Ingres supo plasmar a la perfección los gustos y también el carácter del emperador francés. Y desde luego un cuadro de estas características, tan sumamente ostentoso y oficial choca inmediatamente con la imagen que podemos tener de otras obras de este gran maestro de la pintura, como por ejemplo su hermosa Odalisca, o su célebre Baño turco. Si bien es cierto que Ingres tuvo una gran capacidad para pintar obras de los más variados géneros, ya que realizó excelentes retratos de la burguesía y aristocracia de la época, o pintó a grandes figuras heroicas de la historia de Francia como Juana de Arco.