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Retablo Mayor de la Colegiata de Bolea

Publicado por A. Cerra

Retablo Mayor de la Colegiata de Bolea

La actual Colegiata de Santa María de Bolea se construyó a mediados del siglo XVI siguiendo el diseño del maestro de obras vasco Pedro de Irazábal, quien planteó aquí un templo denominado de planta de salón, es decir, con todas sus naves a igual altura como fue habitual en diversas construcciones del primer renacimiento y de la época gótica, como es el caso de Santa María del Mar en Barcelona.

No obstante, antes de que se hiciera esa nueva colegiata, ya había un templo medieval en Bolea y dentro de él su gran joya, el Retablo Mayor que se ha datado entre los años 1490 y 1503. Una obra que por sus dimensiones y su calidad se integró a la perfección en el nuevo templo.

Este retablo es un compendio de las artes pictóricas y escultóricas de la época. Es una gran estructura gótica compuesta por un banco en su parte baja que sirve de base para el cuerpo, el cual se articula en cinco calles y tres pisos. Mientras que todo queda enmarcado por un guardapolvo. Un conjunto donde la base es la madera, tanto de ciprés, como de pino de Flandes, de nogal o de cerezo. Todas ellas conforman el material clave tanto para tallar la estructura y numerosas figuras como para las bases de las tablas pintadas al temple.

Respecto a las tallas, hay hasta 57 figuras policromadas entre las que destaca la figura central de la Virgen de la Asunción. Todo un conjunto decorativo que salió del taller de Gil de Brabante, un escultor originario de la zona de Bruselas y Brabante, pero que se asentó en la zona de Huesca para trabajar en esta zona de España a finales del siglo XV y comienzos del XVI.

Tal repertorio figurativo es de gran calidad, pero todavía lo es más la parte pictórica del retablo. Son 20 tablas pintadas con la técnica del temple, cuyo autor es el denominado Maestro de Bolea, conocido así porque se ignora con exactitud su identidad y su nombre.

Eso no impide que sea una de las principales obra de pintura religiosa en el Renacimiento español. Y es que este pintor fue capaz de fusionar en un mismo trabajo los dos grandes estilos europeos de la época. Por un lado trabaja con un detallismo, naturalidad y fuerte colorido digno de los mejores pintores del arte flamenco. Pero al mismo tiempo se aprecia que tiene nociones de los estudios de perspectiva, de luz y de sombra que definen el arte del Quattrocento en la pintura italiana.

En definitiva un gran maestro del arte español del Renacimiento, y por eso hay autores que lo relacionan tanto con Pedro Berruguete como con Juan de Borgoña.