Santo Domingo y los albigenses de Pedro Berruguete
Pedro Berruguete es uno de los mejores pintores de finales del siglo XV en España. Un artista que centró casi en exclusiva su labor en la pintura religiosa realizando numerosos cuadros y retablos como por ejemplo el de la iglesia de Santa Eulalia del que ya hablamos hace algún tiempo.
Ahora toca presentar esta tabla que representa a Santo Domingo y los albigenses. Una tabla pintada al óleo y al temple, la cual se conserva en la actualidad en el Museo del Prado de Madrid y que fue pintada hacia el año 1495.
Esta tabla formaba parte de un conjunto de pinturas que representaban la lucha de Santo Domingo y de la orden de los dominicos contra la herejía que se había originado en la ciudad francesa de Albi, de ahí que se denominara la herejía albigense.
Todo este conjunto de tablas estaban destinadas al monasterio de Santo Tomás de Ávila. Un monasterio que había fundado poco antes el famoso monje Tomás de Torquemada, un personaje ha pasado a la historia como uno de los más intransigentes y crueles de la historia de España, ya que dirigió con mano de hierro la Santa Inquisición. Una institución fundada por orden de los Reyes Católicos para luchar contra cualquier tipo de herejía y pecado.
Así que no es de extrañar que en estas tablas se pueda ver un claro apoyo a quienes perseguían de forma implacable tanto a los heterodoxos, como a los herejes o a los creyentes de otros credos.
Por eso vemos semejante imagen. Nos presenta a Domingo de Guzmán (1170 – 1221) el cual viajó a Albi y los territorios cátaros para enfrentarse a los herejes y actuar en favor de la Iglesia Católica. De hecho, allí fundó la orden de los predicadores o dominicos. Y este personaje se inventó la llamada prueba de fuego u ordalía, según la cual había que echar al fuego tanto los escritos herejes como los verdaderos de la iglesia, ya que estos últimos no se quemarían y se levantarían sobre las llamas. Y precisamente eso es lo que vemos en la tabla que guarda el Prado. Una prueba a la que se invita a los propios cátaros a asistir para convencerles de su error.
No obstante, más allá de su mensaje religioso, se pueden comentar varios aspectos artísticos de este importante pintor, el cual además es padre de uno de los grandes escultores del Renacimiento español: Alonso Berruguete autor de obras como el Ecce Homo o el sepulcro del Cardenal Tavera.
Como decíamos hay elementos artísticos a destacar, como por ejemplo el realismo con el pinta todas y cada una de las figuras, con un detalle que es muy propio de la pintura flamenca. Además es capaz de fundir elementos como las perspectivas surgidas en el arte italiano del primer Renacimiento con los fondos dorados propios del Gótico. En definitiva, un pintor muy de su tiempo que plasma la evolución de la Edad Media a la modernidad renacentista.