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Cúpula Santa María de las Flores, Brunelleschi

Publicado por Laura Prieto Fernández

La catedral de Santa María Dei Fiore se encuentra en Florencia, Italia. Es uno de los edificios más característicos del Quattrocento italiano, debido a su espectacular cúpula realizada por el arquitecto Filippo Brunelleschi.

Brunelleschi (1377-1446) fue orfebre, matemático, escultor y sobre todo arquitecto. A él le debemos la invención de la perspectiva moderna y como humanista de su época, se interesó por varios campos de la ciencia llegando incluso a inventar máquinas de construcción.

La catedral de Florencia, que sigue las típicas normas del gótico italiano (horizontalidad y policromía), tiene planta de cruz latina dividida en tres naves y transepto marcado en planta. Se inició en 1296 por Arnolfo di Cambio a su muerte muchos arquitectos siguieron con la construcción, entre ellos Giotto construyendo el campanile exento a la catedral.

Cúpula Santa María de las Flores, Florencia

En 1418 la corporación de la lana, uno de los gremios más importantes en la ciudad de Florencia, convocó un concurso para sustituir la antigua cúpula de madera realizada por Arnolfo di Cambio por una nueva cúpula de ladrillo. El proyecto resultaba de lo más ambicioso ya que el espacio que se debía cubrir eran más de 40 metros de diámetro, ninguna cúpula de piedra había cubierto hasta entonces un espacio tan ancho. Los finalistas del concurso fueron Brunelleschi y Ghiberti, ambos eran antiguos conocidos ya que los dos habían participado en el concurso celebrado para realizar las puertas del Baptisterio de Florencia. En aquella ocasión Ghiberti había vencido a Brunelleschi pero esta vez no fue así.

Brunelleschi optó por cubrir el espacio de 43 metros de diámetro y 114 de alto, con una doble cúpula inspirada en el Panteón de Agripa, Roma. La cúpula interior, era de medio punto y se unía a la exterior, ligeramente apuntada y divida en ocho plementos, por una estructura de madera en forma de espina de pez. Al exterior se recubre ladrillo rojos y mármol para dividir cada uno de los plementos.

Esta solución de doble cúpula permite cubrir el gran espacio del crucero sin recurrir a elementos demasiado pesados cuyos empujes derrumbarían la construcción.

La cúpula se sustenta sobre un gran tambor octogonal revestido por mármoles de colores y en cada uno de sus lados se abre un gran óculo (ventanas redondas). El remate de la cúpula se solucionó, ya muerto Brunelleschi, con una linterna de estilo clasicista que sirve como punto de fuga de toda la construcción.

La cúpula realizada por Brunelleschi se convirtió en el símbolo de la ciudad, aún hoy se configura como el punto más alto y referente de Florencia jerarquizando en torno a ella la disposición urbana. El modelo de doble cúpula se extendió con gran rapidez a lo largo del Renacimiento, de hecho el mismo Miguel Ángel siguió este sistema para diseñar la cúpula del Vaticano. A lo largo de los siglos también podemos encontrar otros ejemplos de doble cúpula como en la catedral de San Pablo, Londres y la del Capitolio de Washington.

Sin duda, esta es la obra cumbre en la trayectoria artística de Brunelleschi, por ella ha pasado a la historia como uno de los grandes genios de Quattrocento italiano pero también debemos destacar otras de sus obras como El Hospital de los Inocentes, la Basílica de San Lorenzo, la Basílica del Santo Espírito o la Sacristía Vieja de San Lorenzo.