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Urna de San Cándido

Publicado por Laura Prieto Fernández

La urna de San Cándido que en la actualidad se exhibe en el Museo Nacional de Arte de Cataluña, España, es una de las mejores muestras en la transición estilística entre el arte románico y el gótico. Transición que no se llevó a cabo de una manera abrupta ni como una ruptura radical sino que ambos estilo pervivieron durante algún tiempo reflejándose en diferentes piezas. A lo largo del románico, las iglesias se convirtieron en centros de peregrinación de una manera masiva; las reliquias de los santos y los supuestos milagros que allí ocurrían atraían a miles de personas, de tal manera que el arte cambio para adaptarse a las nuevas necesidades.

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A lo largo del románico los relicarios eran sencillas piezas que albergaban los restos de los santos o mártires y que a menudo estaban realizados en madera con escasa decoración; con la llegada del estilo gótico las artes suntuarias (relicarios, cruces procesionales, custodias…) sufrieron una importante evolución: las piezas no solo se hicieron más grandes sino que también fueron mucho más suntuosas. Los sencillos relicarios de madera de época románica se recubrieron de placas talladas de oro y plata con incrustaciones de piedras preciosas.

La obra que aquí nos ocupa es un relicario de madera cuya superficie se ha cubierto con relieves dorados de estuco. La pieza esta datada en el siglo XIII en torno al año 1292 y fue hallada en el monasterio de San Cugat del Valles de Cataluña. Parece ser que la pieza fue realizada bajo el mandato del abad Clasqueri cuando con motivo de la remodelación del templo se hallaron los restos de San Cándido en el ábside de la iglesia del monasterio

La urna de San Cándido es una arqueta con forma de paralelepípedo que tiene unos setenta y cinco centímetros de altura. Ciento veinte de ancho y poco más de cuarenta y cinco centímetros de profundidad; los relieves de su decoración aluden al martirio de San Cándido el cual era un comandante de la Legión Tebana que acabó siendo martirizado por negarse a cumplir las ofrendas de los dioses romanos durante el imperio de Maximiliano en el año 300. Sus restos mortales viajaron desde la Galia donde fue martirizado hasta el monasterio de Sant Cugat. La arqueta fue realizada por un maestro anónimo que se ha circunscrito a la escuela catalana del siglo XIII.

Los relieves fueron realizados en estuco de pan de oro y en la actualidad algunos de ellos se han perdido al igual que las piedras preciosas que se encontraban engarzadas por cabujones. En la tapa una de las vertientes presenta una triple escena protagonizada en la zona central por un Pantocrátor rodeado del Tetramorfos, los símbolos de los cuatro evangelistas, mientras que la otra vertiente no ha conservado sus relieves y se encuentra lisa. En la base de la arqueta encontramos escenas referentes a la prendición y degollación del santo y posteriormente el traslado de su cuerpo al monasterio. Es precisamente en estos de San Cándido donde mejor se puede apreciar los elementos decorativos que preludian las formas del estilo gótico.