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Café de noche, interior de Van Gogh

Publicado por A. Cerra
Café de noche, interior

Café de noche, interior

Se trata de un lienzo pintado con la técnica del óleo en el año 1888 por el artista Vincent van Gogh. En la actualidad se forma parte de la colección de pintura de la Yale Universitary Art Gallery de la ciudad de New Haven, Connecticut, en Estados Unidos.

Es una de las obras más afamadas de este pintor y es lógica su fama dada la extraordinaria composición de la escena y su personalísimo uso del color.

En cuanto a la composición se basa en una perspectiva aérea, es decir, vista desde muy arriba, lo que otorga al cuadro mucha profundidad, una profundidad que se acrecienta por la puerta abierta en el fondo de la estancia.

Al elegir ese punto de vista tan sumamente elevado, privilegia el propio suelo del café, lo que dado ese color amarillo de la madera le sirve para reflejar casi de forma real toda la luz. Una luz que por otra parte nace de las lámparas que cuelgan del techo, y donde su efecto lumínico se manifiesta a partir de pinceladas separadas formando círculos, una especie de halo tridimensional que nos da la impresión de que la luz vibra.

Y en lo referente al color, hay que decir que todo el cuadro lo compone con tonos paralelos y contrastes, algo típico en la pintura de Van Gogh, ya que él usaba el color de un modo totalmente arbitrario y como el medio para comunicar emociones y sensaciones. Es de destacar, que él no emplea los contrastes entre los colores puros, sino que va reuniendo diversos colores complementarios y los aplica unos junto a otros, para que una vez unidos transmitan más fuerza.

Respecto a las distintas figuras que están en el café, se trata de personajes que parece que están aislados entre sí, lo que da cierto aire desolador a un lugar que en principio debería tener un carácter social donde se comunican las personas.

De hecho, en la constante comunicación por carta que Van Gogh mantuvo con su hermano Theo, le habla de este cuadro. Y en un tono muy confidencial le dice que ha intentado “crear una atmósfera de horno infernal, de azufre desvaído, para expresar el poder de las tinieblas de un tabernucho ya que es un lugar donde uno puede arruinarse, volverse loco, cometer un crimen”.

Además de saber que pretendía mostrar con este cuadro, con estas palabras se puede deducir el estado mental de Vincent van Gogh y su carácter atormentado que tan productivo fue para su actividad artística, pero que tan devastador fue en el terreno personal y en la convivencia con sus semejantes. Algo que queda ejemplificado en su relación con el también pintor Paul Gauguin, con quién convivía en aquellos años en la ciudad de Arles. Sin embargo, mientras Gauguin era un pintor mucho más vitalista, Vincent van Gogh fue un personaje más taciturno e íntimo. La diferencia entre ambos se puede apreciar en su pintura, ya que para un tema semejante, el interior de un café, Van Gogh lo describió con las palabras que ya hemos dicho, mientras que Gauguin en un lienzo titulado Café por la noche en Arles lo hace de una forma bien diferente, y al menos hace que los personajes representados se relacionen e interactúen entre sí.