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Heracles niño estrangula a las serpientes de Reynolds

Publicado por A. Cerra
Hércules niño estrangula a las serpientes de Reynolds

Hércules niño estrangula a las serpientes de Reynolds

Este cuadro lo pintó en el año 1788 el artista inglés Joshua Reynolds y en la actualidad se conserva en el Museo del Ermitage de la ciudad rusa de San Petersburgo.

La escena está inspirada en un relato del poeta griego Píndaro. La leyenda mitológica nos cuenta que Heracles o Hércules es fruto del amor entre el todopoderoso Zeus y la simple mortal Alcmena. Es decir, era un semidios, y su padre para que alcanzase la inmortalidad, un día decidió colocar al niño ante Hera, diosa y su verdadera esposa, para que lo amamantase y tomara la leche de la inmortalidad. Sin embargo, Hera lo rechazó, un episodio que daría lugar al origen mitológico de la Vía Láctea. Y no contenta con eso, Hera quería deshacerse del niño. Para ello envío dos serpientes a la misma cuna de Heracles, sin embargo pese a ser todavía un bebé, su increíble fuerza le permitió estrangular a los reptiles hasta matarlos.

Este tema fue elegido por Reynolds como analogía para plasmar el inmenso poderío del imperio ruso, ya que fue una obra encargada por la propia zarina Catalina II de Rusia, razón por la que en la actualidad el cuadro está en el citado museo. Además se cuenta que cuando le entregó la obra a la zarina, esta quedó completamente encantada por el resultado final, por lo que además de pagarle el precio acordado, alto para una obra de prácticamente 9 metros cuadrados de superficie (300 x 297 cm), la emperatriz le regaló al pintor una tabaquera realizada con incrustaciones de diamantes y con su retrato.

Para representar la escena utilizó muchos personajes, los cuales en realidad son verdaderos retratos de figuras de su tiempo. Y es que Reynolds fue ante todo un grandísimo retratista con obras como Lady Worsley, una habilidad que le sirvió para ser nombrado pintor de cámara de la realeza británica.

Por ejemplo, para la figura del adivino Tiresias, el cual, según el relato mitológico fue capaz de vaticinar el gran futuro que le esperaba a Hércules, eligió como modelo el rostro de su amigo y filósofo Samuel Johnson. Mientras que la cara de la diosa Hera que observa toda la escena desde las alturas del cielo en realidad es una imagen de una actriz muy conocida en Inglaterra a finales del siglo XVII.

El cuadro tiene un aspecto muy propio del arte rococó que desarrolló Reynolds, sin embargo también hay muchos elementos más propios de la pintura barroca. A ellos se deben los variados escorzos en los que nos presenta a las numerosas figuras, así como también son muy barrocos los fuertes contrastes entre las superficies iluminadas o en sombra.