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Santa María Azogue

Publicado por Laura Prieto Fernández

La provincia de Zamora en Castilla y León es bien conocida por sus múltiples iglesias románicas, de hecho, la capital zamorana es la ciudad con más iglesias románicas dentro de su núcleo urbano, aunque en la provincia también encontramos importantes monumentos de la misma época como la conocida Colegiata de Toro o la iglesia benaventana de Santa maría de Azogue que aquí analizamos.

El templo es uno de los referentes artísticos de la villa zamorana y del románico castellano e general, aunque en realidad, en su construcción se hace notar el paso del estilo románico a la tradición goticista. Parece ser que el templo data de la época de la repoblación cristiana cuando los monarcas asturleoneses comenzaron a ganar territorio hacia el sur; concretamente estaríamos hablando de la época del reinado de Fernando II por lo que el templo sería coetáneo a otra iglesia cercana, la de San Juan del Mercado. Sin embargo, y aunque las obras comenzasen en el siglo XII, el templo permaneció inconcluso hasta que a finales del siglo XIII el monarca Sancho IV retomó las obras.

Nos encontramos ante una iglesia de planta de cruz latina con el cuerpo divido en tres naves de las cuales, la central en más ancha y alta que las laterales. El desarrollo de las naves se realiza a partir de cuatro tramos con gruesos contrafuertes hasta llegar a la zona del crucero o transepto – éste marcado en planta- y que da paso a la cabecera con cinco ábsides. De esta misma época son las bóvedas de crucería y cañón que encontramos en la zona del crucero, así como la torre que albergaba un famoso reloj del que sólo queda una mala reinterpretación ya que fue destruido durante una tormenta.

En el siglo XV los Pimentel, duques de Benavente, subvencionaron la cubrición de las naves con y la construcción de una sacristía que aún hoy se conserva pero que en origen debía de ser una especie de panteón.

En cuanto a la decoración de las fachadas debemos destacar el tema del Agnus Dei en la portada sur, la decoración vegetal de la fachada norte con trazas esquemáticas que siguen el mismo estilo que el resto de las construcción románicas de la provincia y por último, en la fachada occidental una decoración más de estilo clasicista que vino a sustituir a la original de corte románico.