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Les Alyscamps de Gauguin

Publicado por A. Cerra
Les Alyscamps de Paul Gauguin

Les Alyscamps de Paul Gauguin

Se trata de una tela pintada con la técnica del óleo por el artista francés Paul Gauguin en el año 1888. En la actualidad esta obra forma parte de la colección expuesta en el museo de Orsay de París.

Paul Gauguin realizó esta obra durante su estancia en la ciudad de Arlés, al sur de Francia, ciudad a la que había viajado desde su norte natal. Se trata de un ejemplo de cómo va evolucionando la pintura desde las formas impresionistas, y cómo individualidades de la talla de Gauguin y contemporáneos como Vincent Van Gogh, Paul Cezanne o Henri Toulouse-Lautrec van creando tendencias pictóricas sumamente personales que se agrupan todas ellas bajo el nombre de Postimpresionismo, pero que cada una de ellas de forma individualizada son bastante diferentes entre sí y serán el punto de arranque para nuevas corrientes artísticas de vanguardia a comienzos del siglo XX.

En el caso de Gauguin se puede apreciar como él no ha desechado el dibujo como otros coetáneos. En esta tela se ve como dibuja con rigor los árboles, el agua, las setas e incluso la hierba. Pero al mismo tiempo que domina el dibujo también es un consumado artista del color. En este caso todo está dominado por las diversas tonalidades de verde que aún resalta más por el empleo de la gama de naranjas en la cortina de árboles que se ven en un segundo plano, e incluso por la mancha roja que destaca en la parte inferior derecha. Es decir, esta componiendo su obra a partir de los tonos de color y jugando con los colores complementarios.

En general es un composición muy sencilla, ordenada y equilibrada, que algunos han calificado como muy decorativa y sintética. Ya que todo se construye a partir de las líneas que confluyen en una perspectiva central. El agua, el sendero, la línea de árboles, el verde de las orillas del arroyo, todos los elementos de la obra nos llevan hacia el fondo, al templete que se recorta sobre el azul del cielo.

La obra la pintó mientras convivía estrechamente con Vincent Van Gogh, con el cual tuvo una relación muy fructífera, amigable y también muy explosiva, ya que eran caracteres bien distintos, y aunque tenían algunos puntos artísticos en común, en otros la visión de la pintura era muy diferente entre ambos. Por ejemplo, Van Gogh fue un pintor mucho más interesado en captar la luz y plasmarla en sus cuadros, y aunque Gauguin también se sentía fascinado con las cuestiones lumínicas, lo cierto es que era una persona más racional y menos pasional que el artista holandés, y eso lo aplicaba a sus obras donde hace una interpretación más razonada de los lugares y momentos en que pinta, y no pretende que sus cuadros sean una simple representación de esos instantes.