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El bar del Folies Bergère de Manet

Publicado por A. Cerra
El bar del Folies Bergère de Manet

El bar del Folies Bergère de Manet

Este óleo pintado sobre lienzo es una de las obras más reconocidas del pintor francés Edouard Manet. Y es uno de los tesoros artísticos que alberga la colección del Courtauld Institute Galleries en Londres.

A la fama de esta obra, además de su calidad pictórica, ha contribuido que es una imagen de los cabarets más famosos de París, el Folies Bergère, que incluso continua abierto en la actualidad. Este tipo de cafés con espectáculo fueron uno de los lugares predilectos de los artistas impresionistas y postimpresionistas para pintar sus obras. De hecho, Manet pintó varias obras en ellos, así como otros contemporáneos como Toulouse Lautrec quién realizó su famosa obra En el Moulin Rouge, o Vincent van Gogh autor de la tela Café de noche.

En cuanto a este cuadro de El bar de Folies Bergère, en ella Manet aplica una típica composición suya. Todo basado en la sencillez, pero que invita al espectador a deambular mirando por el cuadro. En el centro aparece la figura de la camarera, mientras que a la izquierda se ve la clientela del local. Y a la derecha, convierte a la camarera en tridimensional, ya que vemos su espalda reflejada en un espejo, así como también vemos el rostro del cliente al que está atendiendo. Un cliente que es un amigo de Manet, Gaston Latouche.

Y aunque parece una simple escena de bar, lo cierto es que el rostro de la camarera, de la que sabemos que se llamaba Souzon, transmite que está haciendo su trabajo, pero rodeada por el bullicio del cabaret, ella está ensimismada en sus pensamientos. Por ello, lo que aparentemente es una imagen trivial se convierte en un pequeño enigma, queriendo adivinar los pensamientos de esa mujer.

Y también es un enigma porque Manet hizo que la postura de la figura de frente y su reflejo de espaldas no coincidan en su postura. Es como si nos planteara una secuencia. La camarera atendió al cliente un momento antes, y eso es lo que vemos reflejado. Mientras que en el momento actual, cuando nos mira a los espectadores, ella podría estar evocando esa conversación, reflexionando sobre lo que le ha dicho, o tal vez está enamorada de él y el hombre no lo sabe, o simplemente está hastiada de su trabajo. ¿Quién sabe? Ese es el enigma de esta tela.

Pero además de eso, la escena también sirve para Manet presente un excelente bodegón de botellas, de vasos o de frutas. Por ejemplo, en el caso de las botellas que hay en la parte inferior izquierda se pueden identificar tanto botellas de champán como de cerveza, con lo cual el pintor nos transmite que a ese cabaret acudían tanto caballeros acaudalados como personajes de las clases más populares.

Otro de los detalles de enorme interés es ver cómo ha pintado la platea donde se sienta el público asistente al espectáculo. No lo hace directamente, sino que lo que vemos es un reflejo en el espejo que hay detrás de la barra.