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Vasija de Eutímides

Publicado por A. Cerra
Vasija de Eutímides

Vasija de Eutímides

Hasta la irrupción de la pintura de la Antigua Grecia, prácticamente todos los restos pictóricos de diferentes lugares del mundo que han llegado hasta nuestros días nos demuestran que durante unos dos milenios prevalecieron los patrones de la pintura egipcia que conocemos tanto por restos de pinturas murales en tumbas, como la de la Reina Nefertari, como en documentos como el Papiro del Juicio de los Muertos. Es decir, se pintaba siempre la figura humana por partes reconocibles sin tener en cuenta el conjunto, de ahí que una cabeza se pintara de perfil pero el ojo que veía como si nos mirara de frente. O el torso lo veíamos frontal y las dos piernas de lado.

Esto cambió con los artistas griegos, de los cuales no nos han llegado restos de sus trabajos murales, pero si los conocemos por las de la pintura cerámica. Incluso conocemos el nombre de ciertos artistas como el pintor cerámico Exekias o Eutímides, autor de esta vasija en la que nos presenta una escena que representa la despedida del guerrero y que realizó en torno al año 500 antes de Cristo.

Con los pintores griegos se puede decir que llegó el realismo a la pintura. En esta cerámica pintada con figuras rojas lo podemos apreciar en ciertos detalles muy innovadores. Por ejemplo, en el personaje central vemos la distinta postura de sus dos pies. Uno lo vemos de frente y el otro en escorzo, de perfil, en una postura mucho más natural. Es cierto que también hay elementos propios de la tradición milenaria, pero se ve el gran avance de una pintura que se basa no solo en códigos establecidos sino también en la observación del natural y el intento de plasmarlo en las figuras.

Por otra parte, en la pintura cerámica griega hay dos corrientes principales. Una de figuras rojas, como ésta de Eutímides, y otra de figuras negras. Ambas son de una técnica muy lineal, sin embargo en las figuras rojas se observa que los trazos se pueden suavizar y modular mucho más. Esa acentuación de contornos en unos casos y suavizar otros, hace que se incremente la sensación de volumen en las figuras, dando a veces hasta impresión de la musculación o de pliegues en los ropajes, como vemos aquí en los tres personajes representados. Mientras que anteriormente la pintura era completamente plana. Son pasos que se fueron dando y habría que pensar en cómo se harían en pintura mural, e incluso de caballete, ya que por ejemplo los templos griegos hoy los vemos descarnados y con el color de la piedra y el mármol, pero originalmente estaba completamente policromados, al igual que ocurría con sus relieves y estatuas, con lo que la sensación que provocaban sería completamente distinta.